- No tener un presupuesto: Es fundamental tener un plan claro de ingresos y gastos para controlar las finanzas de tu empresa.
- No llevar un registro meticuloso de tus finanzas: Registra todas las entradas y salidas de dinero para tener una visión completa de la salud financiera de tu pyme.
- No tener una buena relación con tu banco: Un buen banco puede ser un aliado invaluable para tu pyme, ofreciéndote asesoramiento financiero y productos y servicios que se adapten a tus necesidades.
- No mantenerse actualizado sobre las últimas tendencias financieras: Estar al día sobre las últimas novedades en el mundo financiero te ayudará a tomar mejores decisiones para tu empresa.
Mezclar las finanzas personales y las de la empresa: Es importante mantener las finanzas personales y las de la empresa separadas. Esto te ayudará a tener una mejor visión de la salud financiera de tu negocio y evitar problemas fiscales.